Este otoño, la búsqueda de setas en Catalunya se ha visto afectada por la falta de lluvias a finales de agosto y principios de septiembre. La sequía ha retrasado el inicio de la temporada, especialmente en el Pirineo catalán y el Aragón oriental.
Según el CTFC, la producción de setas se ha reducido en un 50% en estas áreas, con solo dos kilos por hectárea en lugar de los habituales 200. La situación es aún peor en la Cerdanya y la Catalunya central, donde la temporada aún no ha comenzado en octubre.
Las perspectivas no son optimistas, ya que se espera que la lluvia llegue tarde para algunas áreas. Además, las bajas temperaturas pueden hacer que las setas desaparezcan.
Aunque otras regiones de España han tenido una producción más generosa, la falta de lluvia sigue siendo una preocupación. Sin embargo, aún hay esperanza de que la lluvia pueda impulsar la temporada en algunas áreas de Catalunya.
Aunque no se puede atribuir directamente al cambio climático, se ha observado un retraso en el inicio de las temporadas de setas en los últimos años, posiblemente relacionado con olas de calor tempranas.
La escasez de setas también se refleja en los mercados, donde la oferta es limitada. La parada Petràs en la Boqueria ha enfrentado dificultades para abastecerse debido a la escasez de producto recolectado en Catalunya y Europa.